Cuando se elabora el compost en casa, hay dos factores fundamentales a tener en cuenta: la proporción entre carbono y nitrógeno, y la humedad de la mezcla.
El primer factor habitualmente se tiene en cuenta sólo cuando se decide la mezcla de productos y se carga con ella la compostadora. Hay que elegir los productos de tal forma que el carbono sea de 25 a 35 veces más abundante que el nitrógeno. Una mezcla al 50 por ciento de hojas secas (con escaso nitrógeno) y recortes de césped (con mucho nitrógeno) es la mezcla perfecta. Sobre la marcha se pueden añadir otros materiales para corregir el exceso o el defecto de nitrógeno.
El segundo factor es importante durante todo el proceso de compostaje. Si la humedad es muy alta, se convierte en un proceso de descomposición anaeróbico (los materiales se pudren). Si la humedad es muy baja, los microorganimos dejan de actuar. Para controlar la humedad desde el principio, se tienen que mezclar materiales húmedos con materiales secos y, durante el proceso, hay que comprobar que el aspecto sea húmedo pero que no se desprenda líquido. Si la mezcla se seca mucho, hay que regarla. Si parece demasiado húmeda, se puede airear con un palo o voltear, y también se puede añadir material más seco (hasta el límite de la capacidad de la compostadora). Siempre hay que mantener cerrada la tapa de la compostadora o mantener cubierto el montón con una cubierta impermeable para evitar que la lluvia pueda empapar la mezcla, pero procurando que circule el aire (el proceso de compostaje es un proceso aeróbico que precisa el oxígeno del aire).
Si huele a amoniaco, significa que la mezcla es demasiado rica en nitrógeno y hay que enmendarla. Es más difícil descubrir cuando la mezcla es demasiado pobre en nitrógeno. La pobreza en nitrógeno alarga el proceso del compostaje ya que los microorganismos necesitan el nitrógeno para multiplicarse.
Si huele a podrido, significa que la mezcla está demasiado húmeda, y que se ha detenido el proceso aeróbico (con oxígeno) y se ha iniciado el proceso anaeróbico (sin oxígeno). También la presencia de muchos caracoles y/o babosas o la presencia de larvas blancas de moscas, puede ser indicio de exceso de humedad.
Si hay hormigas, puede significar que la mezcla está demasiado seca o es la consecuencia de haber añadido restos de comida.